Para mí una de las peores películas de Scorsese, efectista (en el peor sentido) y pretenciosa (complejidad psicológica, ambigüedad moral y otras actualizaciones). Ya sé que repito mucho este último adjetivo, pero es que aquí basta comparar con la versión anterior, atmosférica, honesta y plenamente lograda sin grandes alardes.
Sin salir mal parada en cuanto a interpretaciones, también prefiero la chulería-sin-esfuerzo de Mitchum.