La Veillée des Abysses (James Thiérrée, 2003) TVRip
Publicado: 26 Oct 2012 23:20
El universo de este artista y el de su compañía es el universo de los sueños y en él, la visión del circo se expresa en toda la dimensión de espectáculo total. La danza, el teatro, la habilidad, el riesgo, la música, los elementos, todo, absolutamente todo, está al servicio de crear emoción profunda en el espectador.
La víspera de los abismos es una fantástica invención, con un texto silencioso, donde las escenas son como instalaciones poéticas que cobran vida. Despega en medio de una tormenta. James Thiérrée, director, escritor y actor principal, aparece montado sobre dos escaleras, luchando contra poderosas máquinas de viento. Con la destreza que sólo tiene un niño que creció en el circo, Thiérrée juega con los objetos cotidianos para crear un espacio en que se mueve con la elegancia y carisma de su abuelo, Charles Chaplin. Con el señor Thiérrée comparten escenario la soprano Uma Ysamat, el contorsionista Raphälle Boitel, el bailarín Niklas Ek y Thiago Martins, experto en capoeira.
Thierrée investiga obsesivamente la sutil frontera entre la danza contemporánea y el contorsionismo, entre el contorsionismo y la mímica, entre la acrobacia y el teatro gestual; recoge el relevo de Artaud, de Chaplin y de Keaton, de Jean-Louis Barrault, de Marcel Marceau, de Tati, y del resto de histriones geniales de este triste siglo XX para recordarnos una vez más que ni la danza es algo tan serio, ni la mímica algo puramente anecdótico.
Se ha citado a Ionesco para definir sus piezas, y creo que no sin motivo, porque presenciamos la construcción de un mundo que se dota una y otra vez de sus propias leyes y de sus inmediatas transgresiones. La libertad absoluta de este “abismo escénico” se traduce en una deconstrucción y reconstrucción constante del lugar gestual común: hay un punto culminante de la obra en la que Thierrée intenta en vano sentarse en una silla ¿De cuantos modos es posible utilizar una silla? ¿De cuantos modos es posible no-sentarse en una silla? En otro capítulo no menos brillante una actriz acomete una pieza de piano, y el resultado es un hilarante y extenso catálogo -casi fluxiano- de irreverencias musicales. Repetición y deconstrucción conducen cualquier preparado escénico -como ya logró Ionesco- a la más auténtica comicidad. Fuente
James Thiérrée, lo imaginable posible
La Veillée des Abysses (James Thiérrée, 2005).avi [698.91 Mb]
La víspera de los abismos es una fantástica invención, con un texto silencioso, donde las escenas son como instalaciones poéticas que cobran vida. Despega en medio de una tormenta. James Thiérrée, director, escritor y actor principal, aparece montado sobre dos escaleras, luchando contra poderosas máquinas de viento. Con la destreza que sólo tiene un niño que creció en el circo, Thiérrée juega con los objetos cotidianos para crear un espacio en que se mueve con la elegancia y carisma de su abuelo, Charles Chaplin. Con el señor Thiérrée comparten escenario la soprano Uma Ysamat, el contorsionista Raphälle Boitel, el bailarín Niklas Ek y Thiago Martins, experto en capoeira.
Thierrée investiga obsesivamente la sutil frontera entre la danza contemporánea y el contorsionismo, entre el contorsionismo y la mímica, entre la acrobacia y el teatro gestual; recoge el relevo de Artaud, de Chaplin y de Keaton, de Jean-Louis Barrault, de Marcel Marceau, de Tati, y del resto de histriones geniales de este triste siglo XX para recordarnos una vez más que ni la danza es algo tan serio, ni la mímica algo puramente anecdótico.
Se ha citado a Ionesco para definir sus piezas, y creo que no sin motivo, porque presenciamos la construcción de un mundo que se dota una y otra vez de sus propias leyes y de sus inmediatas transgresiones. La libertad absoluta de este “abismo escénico” se traduce en una deconstrucción y reconstrucción constante del lugar gestual común: hay un punto culminante de la obra en la que Thierrée intenta en vano sentarse en una silla ¿De cuantos modos es posible utilizar una silla? ¿De cuantos modos es posible no-sentarse en una silla? En otro capítulo no menos brillante una actriz acomete una pieza de piano, y el resultado es un hilarante y extenso catálogo -casi fluxiano- de irreverencias musicales. Repetición y deconstrucción conducen cualquier preparado escénico -como ya logró Ionesco- a la más auténtica comicidad. Fuente
James Thiérrée, lo imaginable posible
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