Ciertamente, Un re in ascolto es una obra maestra se mire por donde se mire. Dentro de un tema tan insólito para la ópera como es el mecanismo de la escucha (Luigi Nono compuso, en cualquier caso, al año siguiente Prometeo, tragedia de la escucha), Berio contó con el escritor Italo Calvino para la elaboración del libreto, partiendo de un texto de Roland Barthes, y con el añadido de un poema de Auden y ciertas complicidades con La tempestad, de Shakespeare. El protagonista es un rey, o director de teatro, o artista en general, que sueña, o ansía, o imagina simplemente, un mundo mejor, o un concepto nuevo del teatro, o un nuevo enfoque de la creación. El conflicto entre realidad y deseo se mantiene a través de una estructura aparentemente convencional (arias, monólogos, recitativos, ariosos, dúos, concertantes) en un maravilloso ejercicio de síntesis de músicas de todos los tiempos, organizada no como una colección de citas para eruditos sino como una composición unitaria. Únicamente un compositor como Berio puede desarrollar un ejercicio de estilo tan apabullante en sus múltiples direcciones, sin que la tensión decaiga un instante y con una capacidad de transmisión tan hechizante. Fuente
Esta es la grabación del estreno de la ópera en el Festival de Salzburgo de 1984, con Lorin Maazel y la Filarmónica de Viena:

