"El mundo se divide en dos, quienes conocen las "Variaciones Goldberg" y quienes no las conocen... Quizá incluso dentro de estos últimos hay otra división muy clara: los que las conocen y entienden interpretadas por Gould y los que no” Javier García Sánchez
Nacionalidad: Cánada
Año: 1993
Duración: 93 min.
Director: François Girard
Reparto: Colm Feore, Derek Keurvorst, Katya Ladan, Devon Anderson.
Glenn Gould, nacido en 1932 en Toronto, y muerto en 1982, ha sido uno de los más cualificados artistas de la música en este siglo, compositor, pianista especialmente renovador, y célebre por sus interpretaciones de las Variaciones Goldberg de Bach. Excéntrico, complejo, sin duda auténtico y solitario, el director también canadiense François Girard recompone ahora su vida en este singular film, estructurado en 32 partes como las Variaciones Golberg, es decir: un aria, 30 variaciones sobre su tema, y otra vez el aria.
No es una película autobiográfica, no es una grabación de un concierto.
Son 32 episodios de una gran belleza visual y de una visión muy particular. Un compendio emocional que expone con un claroscuro la vida de un genio polémico.
Parece un acertado hallazgo esa manera de estructurar el guión, esa forma de mosaico, en la que hay entrevistas auténticas —a Yehudi Menuhim, Bruno Monsaingeon, a amigos, parientes—, otras ficticias, recreación de facetas biográficas, de su pensamiento, muchas de sus grabaciones musicales, de otros quehaceres..., dramatizados por convincente Colm Feore, un actor de extraordinaria elegancia y sensibilidad. Viñetas, unas magníficas y otras menos convincentes; pero que cierran un cuadro impresionista de muy notable calidad, a veces casi perfecta, siempre bella.
IMDB
Filmaffinity
________________________________________
Fragmento de “El Malogrado” de Thomas Bernhard
También Glenn Gould, nuestro amigo y el más importante virtuoso del piano de este siglo, llegó solo a los cincuenta y un años, pensé al entrar en el mesón.
Sólo que él no se mató como Wertheimer sino que, como suele decirse, murió de muerte natural.
Cuatro meses y medio Nueva York y, una y otra vez, las Goldbergvariationen y Die Kunst der Fuge, cuatro meses y medio Klavierexerzitien, como decía Glenn Gould, una y otra vez, sólo en alemán, pensé.
Hacía exactamente veintiocho años habíamos vivido en Leopoldskron y estudiado con Horowitz, y (por lo que se refiere a Wertheimer y a mí, pero no, como es natural, a Glenn Gould) habíamos aprendido más de Horowitz, durante un verano totalmente echado a perder por la lluvia, que en los ocho años anteriores de Mozarteum y Wiener Akademie. Horowitz había dejado a todos nuestros profesores nulos y sin efecto. Pero aquellos profesores horribles habían sido necesarios para comprender a Horowitz. Durante dos meses y medio llovió ininterrumpidamente, y nos habíamos encerrado en nuestras habitaciones de Leopoldskron y trabajamos día y noche; el insomnio (¡de Glenn Gould!) se había convertido en nuestro estado decisivo, y profundizábamos de noche en lo que Horowitz nos había ensañado de día. No comíamos casi nada y tampoco tuvimos en todo el tiempo dolores de espalda, que por lo demás nos habían atormentado siempre cuando estudiamos con nuestros viejos profesores; con Horowitz esos dolores de espalda no aparecían, porque estudiábamos con tal intensidad que no podían aparecer. Cuando hubimos terminado las lecciones con Horowitz, fue evidente que Glenn era ya mejor pianista que el propio Horowitz, de pronto yo había tenido la impresión de que Glenn tocaba mejor que Horowitz y, a partir de ese momento, Glenn fue para mí el más importante virtuoso del piano del mundo entero, por muchos pianistas que escuchara a partir de ese momento, ninguno tocaba como Glenn, ni siquiera Rubinstein, al que yo había amado siempre, era mejor. Werheimer y yo éramos igual de buenos, y también Wertheimar decía una y otra vez que Glenn era el mejor, aunque todavía no nos atrevíamos a decir que fuera el mejor del siglo. Cuando Glenn se volvió al Canadá, perdimos realmente a nuestro amigo canadiense, no pensábamos volver a verlo jamás, él estaba obsesionado por su arte de tal forma que, teníamos que suponer, no podría prolongar ya ese estado mucho tiempo y moriría en plazo breve. Pero dos años después de haber estudiado con él bajo Horowitz, Glenn tocó en los Festivales de Salzburgo las variaciones Goldberg, que dos años antes había practicado día y noche y repetido una y otra vez con nosotros en el Mozarteum. Los periódicos escribieron después de su concierto que ningún pianista había tocado tan artísticamente las variaciones Goldberg, así pues, escribieron después de su concierto de Salzburgo lo que nosotros habíamos afirmado y sabido dos años antes. Nos habíamos citado con Glenn después de su concierto, en el Ganshof de Maxglan, un mesón antiguo y querido por mí. Sin vacilar, al volver a vernos yo le había dicho a Glenn que nosotros, Wertheimer (que había venido a Salzburgo desde Viena) y yo, no habíamos creído ni por un momento que lo volveríamos a ver a él, Glenn, siempre habíamos pensado únicamente que, después de volver de Salzburgo al Canadá, perecería rápidamente, por su obsesión artística, por su radicalismo pianístico. Realmente, yo había dicho radicalismo pianístico. Mi radicalismo pianístico, decía Glenn luego, una y otra vez, en el Canadá y los Estados Unidos. Ya en aquella época, o sea, casi treinta años antes de su muerte, Glenn no amaba a ningún otro compositor más que a Bach, y en segundo lugar a Haendel, a Beethoven lo despreciaba, y ni siquiera Mozart era aquel que yo amaba más que a ningún otro, cuando él hablaba de él, pensé al entrar en el mesón. Ni una sola nota tocó Glenn jamás sin cantarla al mismo tiempo, pensé, ningún otro pianista tuvo esa costumbre jamás. El hablaba de su enfermedad pulmonar como si fuera su segundo arte. Que habíamos tenido al mismo tiempo la misma enfermedad y la habíamos tenido luego siempre, pensé, y en fin de cuentas también Wertheimer contrajo esa enfermedad nuestra. Pero Glenn no pereció por esa enfermedad pulmonar, pensé. Lo mató la falta de soluciones en la que, durante casi cuarenta años, se metió tocando, pensé. No renunció al piano, pensé, como es natural, mientras que Wertheimer y yo renunciamos al piano, porque no lo convertimos en la misma monstruosidad que Glenn, que no salió ya de esa monstruosidad, y que tampoco quiso en absoluto salir de esa monstruosidad. [...]
El malogrado (Der Untergeher) de Thomas Bernhard. Traducción de Miguel Sáenz, Alfaguara, 1985
________________________________________
AVI File Details
========================================
Name.........: 32 Short Films About Glenn Gould - Francois Girard.(1993).avi
Filesize.....: 688 MB (or 704,781 KB or 721,696,706 bytes)
Runtime......: 01:33:08 (167,459 fr)
Video Codec..: XviD
Video Bitrate: 901 kb/s
Audio Codec..: 0x0055(MP3) ID'd as MPEG-1 Layer 3
Audio Bitrate: 128 kb/s (64/ch, stereo) CBR
Frame Size...: 720x480 (1.50:1) [=3:2]
________________________________________
Me topé esto buscando por la mula, no sé a quién hay que agradecer el ripeo, y no sé si el aspect ratio es adecuado o no, porque nunca he sabido leer esos datos... los subtítulos creo que son de argenteam.
32 Short Films About Glenn Gould - Francois Girard.(1993).avi [688.26 Mb]
Subtítulos en español:
32 Short Films About Glenn Gould - Francois Girard.(1993).srt [73.3 Kb]
Añado los enlaces de las dos grabaciones de las Variaciones Goldberg, las grabaciones “históricas” que hizo para Sony classical The Glenn Gould Edition, la de 1955, cuando las grabó por primera vez a los 22 años, a una velocidad de vértigo, y mi favorita, la que grabó en 1981, en la que se le oye ir canturreando las secuencias, y de la que decía era “el descubrimiento de la lentitud”, entre las dos versiones, median veintiséis años y veintitrés minutos.:
BACH - VARIACIONES GOLDBERG BWV988 - GLENN GOULD (1955)
Extensión del archivo y tamaño: 146 MB
Formato de audio: EAC + APE
Bach.-.Glenn.Gould.-.Goldberg.Variations.BWV.988.(1955.recording).EAC.APE.(DrChe).rar [146.81 Mb]
BACH - VARIACIONES GOLDBERG BWV988 - GLENN GOULD (1981)
Extensión del archivo y tamaño: 207 MB
Formato de audio: EAC + APE
Glenn.Gould.-.Bach.-.Goldberg.Variations.BWV988.-.1981.Digital.Recording.EAC.APE.[azaro].rar [166.63 Mb]
[ Add all 4 links to your ed2k client ]