EN EL ORIGEN FUE...
El Chungo,El Torete,El Fitipaldi, Basilio: el club de fans del 1430
El Chungo,El Torete,El Fitipaldi, Basilio: el club de fans del 1430
Director: José Antonio de la Loma
Intérpretes:
Víctor Petit ... Manolo
Frank Braña ... El Esquinao
Xabier Elorriaga ... Padre Ignacio
Ángel Fernández Franco ... El Torete
Marta Flores
Carlos Tristán ... Veterinario
Juan Patiño ... Inspector Soto
Christa Leem ... Merche
Nadia Windel ... Isabel
Miguel Hugal ... El Pijo
Jesús Martínez ... El Corneta
César Sánchez ... El Fitipaldi
Francisco J. Sánchez ... El Chungo
Basilio Fernández Franco ... El Cornetilla
Miguel Ángel Hernández ... El Bocas
IMDB
Una pandilla de muchachos, que no llegan a los dieciséis años, del suburbio de Barcelona se han especializado en el robo de coches. Con ellos se dedican al robo del "tirón", asaltar tiendas para malvender las mercancías, y a atacar a parejas en lugares apartados para desvalijarles, abusando de las mujeres. Sorprendidos a veces en sus fechorías, entablan feroces persecuciones con la policía; sin importarles irrumpen en la calzada, en dirección contraria o saltándose controles, de los que salen a veces malheridos.Intérpretes:
Víctor Petit ... Manolo
Frank Braña ... El Esquinao
Xabier Elorriaga ... Padre Ignacio
Ángel Fernández Franco ... El Torete
Marta Flores
Carlos Tristán ... Veterinario
Juan Patiño ... Inspector Soto
Christa Leem ... Merche
Nadia Windel ... Isabel
Miguel Hugal ... El Pijo
Jesús Martínez ... El Corneta
César Sánchez ... El Fitipaldi
Francisco J. Sánchez ... El Chungo
Basilio Fernández Franco ... El Cornetilla
Miguel Ángel Hernández ... El Bocas
IMDB
Atacan una armería, con lo que se sienten lo bastante fuertes para robar un Banco. El cabecilla de ellos es el llamado “Torete” y elementos de su banda son “El pijo”, “el chungo” y “el fitipaldi” todos ellos, asiduos del Tribunal Tutelar de Menores, cuya ley, anticuada, no puede frenar la carrera delictiva de esos muchachos.
De mal en peor, “El torete” suscita las iras de “El esquinao”, un gitano poderoso que controla el barrio. Al escapar con su sobrina, y dejarla embarazada, “El esquinao” le tiende una trampa propinándole un castigo cruel y ejemplar. Sin embargo, “El torete” no se da por vencido, y tras reponerse, poniendo a prueba una poderosa fuerza de voluntad lleva a cabo una de las venganzas más terribles, que acabará por concienciar a todos de que el problema está ahí, y es preciso solucionarlo. Un problema que no se circunscribe a la ciudad catalana, sino que se hace extensivo a cualquier ciudad moderna, excesivamente desarrollada.
A toda hostia por las calles de Barcelona[br][/br][br][/br]La película fue toda una revolución, no es de extrañar, pues nos pinta una época muy convulsa en la Cataluña de principios de los 80 que se caracterizó por una peligrosa oleada de robos y crímenes sin freno a los que en principio no se encontraba ninguna explicación. Pero para eso llegó De la Loma, para enseñarnos el por qué de los actos de estos delincuentes que en la mayoría de los casos no pasaban de los 20 años de edad.[br][/br][br][/br]El director hace un buen retrato del lamentable modo de vida imperante en el suburbio barcelonés de La Mina y de cómo los chavales carecen de alternativas válidas de inserción en la "correcta" sociedad de la época mencionada. Partiendo de esta base intenta explicar el por qué de su vandalismo y prematura delincuencia, así como la incapacidad de las autoridades sociales para meterlos en vereda y dotarles de una educación que les llevase por el buen camino.[br][/br][br][/br]Hay que decir que las interpretaciones son muy irregulares, a veces incluso calamitosas, quizá demasiado impregnadas de chulería macarra y machismo barato. Si dejamos esto a un lado, quizá lo más característico de toda la película sea el conjunto de escenas centradas en las persecuciones a más de 100 por hora en el centro y afueras de Barcelona con coches característicos de una época (el seat 1431 es una pasada), y que la verdad yo desconocía que su motor pudiera dar tanto de sí...
Crítica en Filmaffinity
Fémina Y PalacIo Balañá
«Perros callejeros»
Dirección, guión y diálogos: José Antonio de la Loma. — Principales intérpretes:
Angel Fernández Franco, Miguel Hugal Cuenca, Nadia Windell, Víctor Petit, Frank
Braña, Crista Leem, Xavier Elorriaga J, esús Martínez y César Sánchez
«Perros callejeros» no es sólo una pelícuLa de trepidante acción, que alcanza cimas de -emoción electrizantes, sino también un mensaje social, una descripción sobrecogedora de un problema vivo, angustiante y profundo, el de la delincuencia juvenil, y una visión escueta y harto reveladora, de los ambientes que generan esta ardiente cuestión. Al -propio tiempo, José Antonio de la Loma vuelve -a ser el gran realizador de tantos filmes que han pasado por las pantallas triunfalmente. El realizador de El magnífico Tony Carreras, y de Razzia, por sólo citar dos de sus cintas más significativas. -El guión -está basado en hechos de una realidad casi cotidiana, pero no por ello menos desoladora. Con suma habilidad, De la Loma ha ido entramando las más reveladoras incidencias, todas impregnadas de un realismo patético o de una gran crudeza, hasta dar animación a una historia- coherente, palpitante y viva, al margen de toda fantasía.
Todo arranca de unos medios sociales misérrimos, de un desamparo escuálido y dramático, -de una especie de encogimiento de hombros de la sociedad antee uno de los problemas que le amenazan más directamente. ¿Qué se puede esperar de unos jóvenes delincuentes a quienes nadie ha querido realmente ayudar —y en caso necesario, redimir—, dejánidolos al cuidado de unas- organizaciones estatales y paraestatales jurídicamente anticuadas- e insuficientes? Son realmente «perros callejeros», detritus humanos, sin vinculación alguna con el mundo social que les rodea, y se limitan a cumplir su función vital —la de sobrevivir— sin pensar -en lo que hay en sus acciones de amoral o funesto, de asocial o agresivo. Roban, matan, violan, atropellan, como quien cumple funciones fisiológicas o responden a impulsos vitalistas.
Rodada en los suburbios barceloneses, con improvisados actores que han participado -en hechos semejantes a os que relata la película, ésta constituye, a la vez que un alegato acusatorio, una visión escalofriante de la realidad viva. Asistimos -a los momentos más reveladores de los robos de una terrible banda -de delincuentes, a sus crueles fechorias, e sus asaltos a las parejas que ocupan automóviles y se ha detenido en lugaies recónditos; y se nos revela también quiénes son los «mayores», la gente madura que se aprovecha de la elementalidad de estos delincuentes para hacerlos todavía más terribles. El «Esquinao», un gitano que controla la delincuencia de todo un gran suburbio, la prostituta qué empuja a sus desmanes a los jóvenes delincuentes, los policías que se
enfrentan a ellos, en un casi exasperado duelo sin esperanza. . . Las luchas entre los propios delincuentes, sus venganzas. . . Y también su paso por los reformatorios en los que lejos -de mejorar su condición humana, se hace más dolorosamente irremediable.
Artística y estéticamente el filme es un alarde de la gran técnica de José Antonio de la Loma, la plasmación de una obra que mantiene una constante palpitación emocional, y que nos maravilla con sus visualizaciones de hechos que constituyen la crónica negra, casi diaria, de una gran ciudad. Cine de acción, tenso y duro, que nos mantiene constantemente en vilo, y que representa, a la vez, una ilustración concluyente de algo que un día u otro, la sociedad española habrá de abordar resueltamente.
Los actores improvisados, muy bien dirigidos por De la Loma, han conseguido efectos sorprendentes. También Víctor Petit, en la figura de un guardia civil, con un sentido humano muy sensible, hace una gran creación. Y Frank Braña, en la figura casi alucinante del «Esquinao», el gitano maldito, está muy bien. — A. MARTINEZ TOMAS.
Tomado de la Crítica del estreno de Perros callejeros. Hemeroteca digital de LA VANGUARDIA
Reportaje de Diego Galán a Jose Antonio de la Loma en la revista Triunfo. Gracias a los quinquifans de Bloodyplanet
Hilo Musical...
Soy un tío molante.
Soy un menda canelo,
aunque alguna vez me echen el guante
y me lleven pal talego.
Soy curriqui de barrio,
soy amigo del obrero,
soy enemigo del sistema
y le pienso pegar fuego.
Voy a quemar la alta alcurnia,
le voy a robar su dinero,
para comprar más gasolina
y seguirle pegando fuego.
Les voy a robar sus coches,
les voy a robar sus alhajas,
con los coches me haré calderilla
y haré trizas sus alhajas.
La Banda Trapera del Río (1976-1994)
Dialéctica urbanística: el barrio-dormitorio de Bellvitge y el Passeig de Gràcia
Fotogramas de la película (ineludible escuchar la voz en off que los ilustra).
El edificio que se ve en el descampado es el extinto cine Lumiere. Detrás del cine había un instituto de bachillerato. Ahí estudié yo.
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