1977
Director: Carlos Saura
Título original: Elisa, vida mía
Año: 1977
Duración: 129 min.
País: España.
Dirección: Carlos Saura.
Guion: Carlos Saura.
Música: Giorgio Mainiero.
Fotografía: Teodoro Escamilla.
Reparto:
Geraldine Chaplin, Fernando Rey, Isabel Mestres, Norman Briski, Joaquín Hinojosa, Ana Torrent.
Productora: Elías Querejeta.
Género: Drama.
Sinopsis:
1977: Festival de Cannes: Premio Mejor Actor (Fernando Rey)
1978: Premio del Círculo de Escritores Cinematográficos de España al mejor director para Carlos Saura.
Reseña Xavier: En la primera edición del Cinoscar Summer Festival pudimos visionar y reseñar Cría cuervos..., seguramente la película más importante del cine español de los 70 por ser una descripción de la España de posguerra y un claro presagio de los tiempos que estaban por venir, con el dictador ya en la tumba. Elisa, vida mía, película que sigue a Cría cuervos... en la filmografía de Carlos Saura, perfectamente podría entenderse como un despertar y una dependencia de los tiempos oscuros, de nuevo partiendo de las relaciones familiares, y de nuevo con una historia íntima y misteriosa, llena de magia y giros inesperados. Con todo, Elisa, vida mía me recuerda, ni que sea por su vinculación al mejor cine de relaciones 'padre-hija', a dos títulos clave posteriores: El nido de Jaime de Armiñán y El sur de Jaime de Armiñán. Al inicio de Elisa, vida mía vemos un coche acercándose a un caserío perdido en mitad de la nada mientras un narrador inconcreto nos cuenta la historia de un viaje (arranque, por cierto, análogo al de Mamá cumple 100 años). Pronto Saura difumina lo que parece un retorno a la casa familiar y llena su relato de una trabajada ambigüedad: no sabemos qué viaje, físico o psíquico, es el más importante, ni tan siquiera cuál es la identidad de la voz narradora, y con ella la perspectiva sobre la que se asienta toda la historia (puede ser, en definitiva, la autobiografía del padre, la evocación del padre por parte de la hija, o la evocación del abuelo por parte del padre, todo en un bucle sin fin de redes de parentescos y afectos con un traslado visible entre el campo y la ciudad). También sorprende el hecho de que estemos ante una película que parece dibujada en tonos claros, casi invisibles, formando una crónica del desconcierto: el padre cuenta una historia a la hija que luego tiene su reflejo en una escena lorquiana, con Geraldine Chaplin imitando a la novia ensangrentada del poeta; y a su vez la hija cuenta una historia al padre, que sirve, quién sabe, de preludio para la transposición de cuerpos y almas que encierra su enigmático final. En medio hay escenas tan bellas, de composición pictórica, como la secuencia en que Chaplin se despierta mientras está amaneciendo o el momento en el que el padre da clases a sus alumnas. Puede que no llegue a las cotas de emoción de El nido ni llegue a poseer la mística de esa película-mundo que es El sur, o puede que Elisa, vida mía precise de más visionados: lo cierto es que esta segunda incursión de Saura en el festival lo reivindica como gran autor de nuestro cine, poseedor de un universo personalísimo. Curiosamente Saura, sintiendo que había aspectos de la trama que no estaban claros o que directamente no se contaban en el film, escribió una novela trazando una historia paralela de la filmada en los 70: tal vez la lectura del libro nos dará la clave para descifrar en toda su dimensión uno de los grandes largometrajes-enigmas de esta segunda edición.
Reseña Mayra: Elisa, vida mía es una película llena de reflexiones y preguntas existenciales, tan difíciles de responder como el enigma que nos narra la película, bordeando el tema de los temores, de la comunicación y de las traiciones. Todo ello bajo el argumento del acercamiento entre un padre y su hija, que más bien es la excusa o el hilo conductor para adentrarnos en las profundidades de los personajes, sus dudas y sus temores, y desarrollar así una historia montada de manera nada cronológica que se funde entre lo que bien pueden ser los escritos del padre, los recuerdos del pasado o incluso el mismo presente. Elisa, vida mía contiene muchos diálogos interesantes y bien escritos, un montaje que a ratos crea cierto aire de suspenso e incluso de terror, una fotografía muy buena y acordes interpretaciones protagónicas, pero aun así siento que este film no llega al nivel de solidez narrativa de films como Cría cuervos... (que, cabe decirlo, es mi favorito)." (Crítica en Cineoscar & Rarities)
Siempre me ha parecido extraño que "Elisa, vida mía", sea una película tan poco conocida, es verdad, que se necesita ver un par de veces para profundizar realmente, pero está magistralmente rodada, fotografiada y bellamente interpretada, profunda y llena de matices. Me encantó esta película tanto como "Cria Cuervos" y la recomiendo a todos.