El último periódico vivo
Oct.20 -Associated Press- NY. "The Day", el periódico dirigido por Humphrey Bogart está en peligro. Pero Bogie es mucho Bogie, y más en esta película. Diálogos chispeantes. Ritmo endiablado. Secundarios de lujo con una Ethel Barrymore, de los Barrymore de toda la vida, a la cabeza.
Richard Brooks certifica la muerte del periodismo. Los propietarios ya no tienen vocación. Los periodistas se hacen funcionarios. Pero a mediados del siglo XX algunos aún creen que hay un periódico vivo.
El funeral se celebrará, si Bogart no lo remedia, esta misma noche. Ya se ha llamado al juez para levantar el cadáver. No se invita personalmente. Están ustedes invitados. ¿Pararán las rotativas?
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¡QUE NO PAREN LAS ROTATIVAS!
Notable película sobre el periodismo y la libertad, "El cuarto poder" contiene todos los valores democráticos que caracterizaron la obra de Richard Brooks, quien en sus inicios fue periodista en prensa y radio. De ahí que el visionado de este estupendo filme aporte la pasión y la verosimilitud de quien sabe de qué habla y cree en lo que dice.
En una ciudad corrompida y dominada por el capo mafioso Rienzi, el diario "The Day", comprometido con los hechos y la buena información, va a ser vendido a un poderoso propietario de medios de comunicación, circunstancia que acarreará el despido de la redacción y el cierre del periódico. A ello se opondrá su redactor jefe (Bogart), un hombre íntegro que se resiste a separarse de su esposa, y que en vez de bajar los brazos y aceptar una jugosa idemnización, se embarcará (ayudado por toda la redacción) en una peligrosa investigación periodística contra el mafioso local.
La película transmite a la perfección el ambiente de una redacción, con sus prisas, las constantes consultas, órdenes y decisiones características. Soberbia puesta en escena, especialmente en los momentos más corales del filme, destacando no sólo las secuencias del interior de las oficinas del periódico, sino también la filmada en el bar al que acuden los periodistas al final de su jornada (divertidísma la idea del "funeral"). Los actores están todos perfectos, aportando numerosos contrapuntos humorísticos que llenan de vida a sus personajes. Ello no hubiera sido posible sin un buen guión, siendo éste de indudable calidad, con ágiles, precisos y humorísticos diálogos, que frecuentemente provocan la sonrisa del espectador.
Además de todas estas virtudes, la película transmite un mensaje profundamente democrático, estableciendo la libertad de prensa y la honradez del trabajo periodístico como baluartes imprescindibles de toda sociedad libre o que aspire a serlo realmente. De paso, Brooks alerta acerca de la independencia de los medios y del peligro que puede suponer la concentración de los mismos en unas pocas manos, circunstancia que es hoy de gran actualidad. Por ello, late en toda la película un amor sincero por la profesión que se materializa en los personajes, desde el redactor jefe a los lectores (un periódico no es sólo de quienes lo hacen, sino también de quienes lo leen), pasando por el resto de periodistas y la esposa del fundador; todos ellos creen que la prensa tiene una función pública, informar verazmente, y que esa función es un derecho que merecen los ciudadanos libres.
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El amor de América por el periodismo
Que yo sepa, El cuarto poder (Deadline USA) es la primera película de Richard Brooks. Una película que, como muchas otras a lo largo de la historia del cine negro, trataron de una forma u otra el tema del periodismo. La película, que no llega a la hora y media de duración, narra la historia de un periódico serio, The Day, cuyo redactor jefe, Mr. Hutcheson, está interpretado por Humphrey Bogart. Este periódico está a punto de ser comprado por una cadena de corte más amarillista y que Bogart desprecia, ya que las hijas del dueño no quieren saber nada del asunto de las noticias.
Bogart está tremendo, como siempre, con sus frases lapidarias y su sonrisa sardónica y su capacidad empática. Pero, dirá el avispado lector, esto no es suficiente para salvar la película. Pues no, supongo que no. A pesar de los defectos que tiene, que los tiene (un final un poco extraño, el protagonista femenino metido medio con calzador, …), El cuarto poder es una gran película.
Y lo es no sólo por poder mirar con cierta nostalgia el amor que la industria del cine de EEUU sentía por el periodismo. El cuarto poder es una película que te mantiene completamente atrapado, cuyo guión de ritmo está perfectamente planificado. Y más allá de los motivos técnicos, porque ésta es una de ésas películas que animarían a cualquiera a ser periodista. En esta cinta se nos habla de la cohesión de los miembros de una redacción, de la amistad, del honor, del deber en el trabajo pero, sobre todo, de lo que es sentir amor por un oficio y un compromiso por contar la verdad, que debería hacer suyo cualquier periodista, pero que lamentablemente está muy venido a menos. Aderezado con su mijita de investigación, de mafiosos italoamericanos dedicados oficialmente al ladrillo (¿a alguien le suena?) y su chica inocente asesinada. Y Bogart.
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Oda al periodismo ético
Interesante película en la que Richard Brooks, en una de sus primeras obras se dedica a realzar el periodismo como forma de vida y alejado de más presión que la ética periodística. Humphry Bogart, como siempre está perfecto y da más credibilidad al personaje. La versión española acierta de lleno con la adaptación del título y nos muestra al periodismo como otro poder mas, encargado de velar por que se cumpla la ley de una forma objetiva. En definitiva, dudo que tele 5 emita alguna vez este film.
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Muy sólida
Excelente película, muy sólida en todos los aspectos. Guión sin fisuras; puesta en escena y construcción de diálogos que hacen que la película sea ágil y emocionante; y excelente interpretación (es una gozada ver a Bogart, una vez más), donde además hay varias caras conocidas dentro de los secundarios. Está claro que Richard Brooks cuenta con unos cuantos films de entidad, pero me atrevería a decir que éste es de los más sólidos. Si además te atrae el "género" periodístico, entonces no debes perdértela.
Como curiosidad, no tiene desperdicio la réplica de la dueña del periódico a sus propias hijas, cuando aquélla cambia de parecer con respecto a la venta del periódico.
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Periodismo que no se vende al mejor postor.
Bogart es uno de los grandes. Eso no cabe duda. Incluso en sus papeles que no son de mafioso o detective, gusta. Tiene la presencia de los grandes. Aqui está creible, contundente, empático, incluso hasta gracioso (aunque con un gran poso de amargura).
"El cuarto poder" habla de periodistas temerosos de perder su trabajo, de corrupciones políticas, de intereses oscuros entre la política y la mafia.
Bogart es el redactor jefe de un periódico con solera en la ciudad. El problema es que se trata de un periódico que se dedica al periodismo autentico. Huye del amarillismo, de los horóscopos, crucigramas y tiras cómicas. Esto le ha ganado un público muy fiel, pero no suficiente en número ante propuestas más modernas.
Brooks hace un alegato vibrante en favor de la prensa libre.