La película, dirigida por el ucraniano Anatole Litvak (entre cuyos trabajos se encuentran ‘Ciudad de conquista’, ‘Voces de muerte’ o ‘La noche de los generales’), cuenta con un cartel en el que destacan los rostros de Edward G. Robinson, Humphrey Bogart y Claire Trevor, envueltos en una trama de misterio, suspense y crimen (en teoría),
El sorprendente Dr. Clitterhouse’ (‘The Amazing Dr. Clitterhouse’, 1938) fue primero una exitosa obra de teatro escrita por Barré Lyndon, cuyo libreto fue convertido en guión de cine por John Huston y John Wexley. La película nos presenta a un hombre fascinado por el crimen y por las consecuencias físicas y psicológicas que éste provoca en quienes lo cometen. El Dr. Clitterhouse (Robinson), un adinerado y prestigioso doctor de la ciudad de Nueva York va a ir más allá de lo que aconseja el sentido común y está dispuesto a correr todos los riesgos cuando decide experimentar por sí mismo la delincuencia, con la intención de mejorar su investigación y que sus resultados sean indiscutibles.
Así que el doctor se convierte en poco tiempo en un hábil e impecable ladrón de joyas, aprovechando sus excelente relación con la alta sociedad, lo que le libera de toda sospecha. La policía está perdida y los robos siguen produciéndose. Sin embargo, Clitterhouse tiene un problema: ¿cómo se deshace de las joyas robadas? A través de sus contactos policiales, consigue ponerse en contacto con Jo Keller (Trevor) y formar parte de su banda.
En ese banda también está el duro “Rocks” Valentine (Bogart), a quien no le cae bien el doctor, especialmente desde que descubre que la jefa se está fijando mucho en él. Valentine desconfía de las intenciones de Clitterhouse, a pesar de que sus planes son infalibles y se están forrando con los robos. Tras uno de esos trabajos, donde el criminal intenta deshacerse del doctor, éste decide que su investigación está completa; deja la banda y vuelve a su consulta, con la esperanza de terminar su inminente obra. Pero ha dejado un rastro que Valentine va a seguir…
Lo que más llama la atención de ‘El sorprendente Dr. Clitterhouse’ es su inusual mezcla de géneros y de tonos, resultando que a lo largo de sus ajustados noventa minutos hay sitio para el cine negro, la comedia, el suspense e incluso el drama judicial. El cóctel es peligroso, pero Litvak consigue mantener el equilibrio, apoyado en un estupendo reparto en el que sobresale el extraordinario Edward G. Robinson, que una vez más se mete en su personaje de forma asombrosa. Curiosamente, parece ser que a Humphrey Bogart nunca le gustó esta película, y se refería a ella como ‘El sorprendente Dr. Clitoris’; lo cierto es que su trabajo es impecable, se le daban muy bien estos papeles antes de que Huston lo pusiera al frente de ‘El Halcón Maltés’, dando un giro a su carrera.
La película sale ganando en las secuencias donde Robinson se interna en el mundo criminal, culminando en la violenta y oscura secuencia del chantaje.
Se disfruta de principio a fin, presentando una interesante historia llena de sorpresas, tensión, humor y excelentes interpretaciones.