El temible Burt Lancaster
¡Qué gran intérprete fue! ¡Y qué grandes películas nos regaló a todo el mundo!
Clásicos como este "Temible burlón", que un inocente niño de once años descubría hace ya algunos años, gracias a la pasión que su honesto padre siente por el cine.
Emocionante, tensa, paródica, entrañablemente ridícula por momentos, es este clásico que, junto a "El halcón y la flecha" merece la pena revisar una y otra vez.
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ESPECTACULO EN ESTADO PURO
Definitivamente y para estrenarme no puedo sino discrepar de la tercera crítica contenida en ésta película. ciertamente se trata de una película dirigida, no a un público infantil, sino a los que dejan volar la imaginación en el cine y, pòr supuesto, ésta película en su momento fue un boom. Que hoy en día pierden espectacularidad sus imágenes ante engendros como Matrix, por poner un ejemplo, es obvio. Pero ahí éstá; perdurará durante muchos años más. Hace tiempo que no revisito ésta cinta. En todo caso, los recuerdos que me vienen a la memoria son tardes de cine de sábado de principios de los años setenta cuando tan solo teníamos dos canales de televisión y ver a Burt Lancaster en alguna de sus circenses interpretaciones eran una delicia. Aconsejable a más no poder.
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Acrobacias por los mástiles.
Otra nueva aventura más para que Burt Lancaster muestre sus grandes dotes de acróbata. Esta vez lo encontramos en la piel de un bribón bucanero que a lo largo del film se las tendrá que ingeniar para poder huír de la temible armada británica, contando para ello con una serie de simpáticos rufianes, que les serán fieles hasta en las situaciones más adversas. Resulta refrescante ver como Siodmak va más allá del cine de aventuras para también dotar a la historia de un sentido cómico.
Las persecuciones son al más puro estilo Mel Brooks.
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A mi padre.
Tengo 22 años, aún recuerdo cuando era pequeño y veía en el Beta (sí sí en el Beta) esta película una y otra vez, y a mi padre le encantaba ya que el la vio alrededor de los 50 y no contaba con más de 10 años. Para mí es una de las mejores películas de piratas que hay. Es divertida, cómica, inocente y con un trabajo fotográfico precioso (para la época claro). Si tienes hermanos pequeños, hijos, nietos, bisnietos, tataranietos, no lo dudes pónsela, les harás viajar a un mundo en el que todos fuimos pequeños y quisimos ser piratas. A los que la critican tan duramente... solo decirles que todos hemos sido niños alguna vez.
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Deliciosa película de aventuras bucaneras
Hay que hacerle justicia al Temible burlón. Se trata de una gran película mal que les pese a algunos. Desde luego mucho mejor que esos tostonazos mastodónticos que son los piratas del Caribe. Sigue conservando el mismo encanto que tenía cuando la ví de niño. Sencillamente maravillosa.
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UNA ENCANTADORA AVENTURA DE PIRATAS
Pocas comedias de aventuras se conservan tanto en el tiempo como esta encantadora película de piratas ambientada en el mar Caribe. El calificado director alemán, Robert Siodmak, se ha valido de un magnífico technicolor para poner las mejores luces y colores a una fácil anécdota: el rescate de un rebelde conocido como El Libre por parte de unos piratas que, en principio, esperan cobrar por él a los servidores de su Majestad. Está en juego un botín de 150.000 ducados, pero el amor se interpondrá en el camino de su capitán... y las cosas cambiarán de rumbo.
Burt Lancaster, haciendo gala de su habilidad acrobática, es el Capitán Vallo, conocido como el Pirata Rojo (aunque Carmesí sería su derivación exacta de Crimson). A su lado, como una sombra, tiene a “Ojo”, un hombre mudo, completo bufón y no menos diestro que él en su flexibilidad y rapidez de movimientos (cualquier parecido con Harpo Marx es inevitable). Este personaje, es interpretado por Nick Cravat, socio y gran amigo de Lancaster desde sus épocas de circo, y con quien coactuó desde “El Halcón y la Flecha”, en otros títulos como: “Torpedo”, “Los Temerarios del Aire”, “Que Viene Valdez” o “La Venganza de Ulzana”.
Ambos, crean un dúo ingenioso, intrépido, de cara al riesgo y con un corazón colmado de más buenas intenciones que deseos de acabar con nadie.
Cuando el Capitán Vallo conoce a la española Consuelo, una preciosa rebelde que resulta ser la hija del tan buscado El Libre, su corazón… bueno, el mudo lo explica mejor.
Robert Siodmak, es un director de renombre especializado en el cine negro (“Luz en el Alma”, “Forajidos”, “El Abrazo de la Muerte”…), quien también se arriesgó, con marcado talento, en historias de aventuras de las que, “EL TEMIBLE BURLÓN”, es su mayor e inolvidable experiencia.
La película está dotada de un rítmo que no decae ni un segundo y mantiene un perfecto equilibrio entre las escenas de diálogos donde se impone la bufonería, el sarcasmo y la malicia - de la buena y de la mal intencionada -, y las escenas de acción donde, Siodmak, derrocha una perfecta planeación, en la que abunda la acrobacia, la burla a las fuerzas represivas del reino y la elegancia de movimientos del par de héroes piratas. La recreación escénica es perfecta y el conjunto ofrece gran belleza visual a todo nivel.
Ahora que he vuelto a verla, me encanta sentir que no estaba equivocado cuando, desde niño, la tuve como una de mis películas favoritas.
Conviden a sus chicos… ¡y que se diviertan!
Título para Latinoamérica: “EL PIRATA HIDALGO”
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Cine para toda la familia
Es una de las películas que ví en mí infancia y me gustó muchísimo, la típica película que ves con la familia y te lo pasas en grande. Para mí una de las mejores aventuras de piratas, aunque algunos digan que "El pirata rojo" no es un auténtico pirata. Pienso que en esta película Burt Lancaster es un pirata diferente, un pirata coqueto, un pirata que usa modales para conseguir lo que quiere, vamos, que un pirata con clase, por que para los típicos piratas que beben ron, huelen mal, comen y llevan ropa de la basura, etc... ya tenía su tripulación. Y aparte le doy un 9 a Burt Lancaster por otra actuación espectacular sin tener que usar dobles, al igual que su amigo inseparable Nick Cravat, que juntos hacen películas como esta, llena de aventuras, romance y su toque de humor. Como vuelvo a repetir, película para toda la familia.
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“Asegurad la cangreja, todos a sus puestos, al abordaje!!!!”
Resulta que desde el mismo momento en que terminamos de ver esta película en familia, mi hijo de 6 años corre los pasillos diciendo que es el Capitan Vallo y al menor, el de tres, no le quedó otro remedio que acompañarle en el papel de “Ojo”. Burt Lancaster y su compañero de tiempos circenses, Nick Cravat, con su infinito dinamismo, con su descaro ante la cámara, con sus ademanes de “aquí estoy yo” inundan la pantalla de frescura y aventura y terminan por hacer olvidar a dos niños de nuestro tiempo a su idolatrado “Jack Sparrow “ y otras especias de la mercadotécnia actual. Ellos son la película, su esencia y su razón de ser y de perdurar como título mítico dentro del cine de aventuras. El resto de la película no deja de ser un mero trasunto para su lucimiento, una historia más de piratas, con su chica bonita, con su entuerto que deshacer, sus pantalones bermudas muy rajados en las perneras, pero siempre impolutos y bien planchados, con sus malos muy torpes y con sus cruces de espadas. La película está inundada de cosas que chirrían y que se nos aparecen como de cartón piedra, falsas y artificiales en grado superior a lo deseable, pero todo está disculpado con creces con la prestancia y socarronería de esta pareja de piratas, que te hacen recordar cuando correteabas como ahora hacen mis hijos, gritando espada de madera en mano “Asegurad la cangreja, todos a sus puestos, al abordaje!!!!” La veré cien veces más.