1944: 2 Oscar: Mejor Actriz (Ingrid Bergman), Mejor decorado (B&N).
George Cukor, el llamado director de actrices (con permiso de Almodóvar), llevó a la gran pantalla la pieza teatral epónima en su título original en ingés "Gaslight" del novelista, ensayista y dramaturgo alcohólico y marxista de origen británico, Patrick Hamilton, el mismo que años antes creara otra gran obra teatral, "La Soga", y que también posteriormente tendría su réplica en la gran pantalla, esta vez de la mano del maestro del suspense Alfred Hitchcock...
"Luz que agoniza" es una obra maestra sin paliativos, por la hondura de las caracterizaciones, por la brutal y sorprendente puesta en escena sólo a base de decorados preparados para la causa..., por su maestría narrativa y por unas actuaciones realmente apabullantes a cargo de un elenco estelar de primera magnitud...
Para algunos supuso la ruptuta con los prejuicios que durante siglos la mujer había tenido que soportar...la crueldad de un marido sustentador de la unidad familiar, abusador y maltratador físico y psicológico...
Al punto todo ésto, que incluso la expresión "hacer luz de gas" llegó a aceptarse comúnmente como modo de referirse al maltrato psicológico que algunos tipejos inflingen a sus esposas...
Pero "Luz que agoniza" no sólo será recordada por todo ésto, sino que también será celebrada en los años venideros como una de las más esplendorosas actuaciones de su dueto protagonista; por una parte un magnífico Charles Boyer (ese famoso actor francés cuyo marcado acento en esta película, dio a su personaje un cierto toque de elegante y oscura petulancia a lo vampiro de Transilvania, y cuya vida personal estuvo marcada por la tragedia) interpretando el papel del cínico y clasista asesino, melómano y amante de las joyas, de origen humilde como así le gustaba a su creador Patrick Hamilton...
...Gregory Anton o mejor dicho Sergis Sauber(C. Boyer), ese músico de Praga tenía la impresión cada vez que viajaba a Londres de que era una ciudad de contrastes...de contrastes entre la gente que como él era pobre y desraizada y se sentían allí más pobres aún..., y de aquella otra agente que moraba en cálidos hogares, y donde los tulipanes y los narcisos en primavera junto con el sol en las alturas hacía que se sintieran aún más ricos y confortables que en ninguna otra parte del mundo... o por lo menos así lo percibía el sr Anton...
Y luego estaría la gran actriz sueca Ingrid Bergman cuya actuación en esta película le valió un merecidísimo oscar como exponente de la mujer atormentada y seducida por el enigmático lado oscuro y sombrío de ciertos hombres...
La fotografía, INMENSA a cargo de Joseph Ruttenberg...en la música destacar el aria de la locura de "Lucia de Lammermoor" de Donizetti para ambientar así mejor la obra..
Y como anécdota reseñar la fantástica primera aparición de Angela Lansbury en la gran pantalla cumpliendo los 18 en pleno rodaje...
OBRA MAESTRA
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Maravillosa
La tensión continua que transmite es simplemente maravillosa, pocas películas me han mantenido tan angustiada y desesperada. El guión es magnífico y sobran las palabras sobre la interpretación de Ingrid Bergman porque es… una interpretación para recordar siempre y Charles Boyer también trabaja para quitarse el sombrero, consigue que odies al personaje con todas las fuerzas. Un personaje que para mí juega un papel más importante del que parece es Joseph Cotten, no sólo porque dé al espectador alguna esperanza sino porque también trabaja realmente bien y le da aún mas realismo a toda la trama. Es un film que hay que ver y sentir, realmente es una sensación fantástica la que puede llegar a crear.
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Inmarchitable
Una película como esta debería sonrojar a cualquier director contemporáneo de esos que, directamente, no saben contar una historia. Desgraciadamente decenas y decenas de ellos vagan por esos mundos de Dios cosechando fracasos de taquilla y premios. Ya se sabe que la máxima muchas veces reza: "díme cuántos premios tiene y te diré de qué magnitud es el tostón que vas a ver". Pero en los 40 los Oscars sí eran los Oscars. Y adornan dos a esta cinta.
Me quedo fundamentalmente con las escenas de manipulación psicológica de que es objeto la protagonista. Todas tienen maravillosos matices: la del camafeo, la del cuadro y sobre todo la que se desarrolla en el party al que asiste el matrimonio. Bergman es dignísima merecedora del Oscar, y también me gustó especialmente la pizpireta y jovencísima Ángela Lansbury.
Podría verla en el año 3000 y me seguiría gustando. Eso se llama un clásico.