Danyyyy escribió: ↑09 Jun 2022 13:32
O'Hara escribió: ↑09 Jun 2022 13:01
Estando de acuerdo, conviene recordar que en su momento Chaplin y Fellini llenaban las salas. Sobre si es el público el que demanda pienso adulterado o es el "mercado" el que se lo pone en el comedero podríamos debatir durante páginas y páginas. La pregunta, en todo caso, es la misma que suscita la decadencia de la televisión: si no se programara bazofia, ¿la gente dejaría de verla? Mi opinión es que no. Que la mayoría sigue una conducta inducida. Y que hoy interesa este abotargamiento generalizado.
Es que los gustos en que se le forman condicionan también al individuo, al igual que el modelo material en que se la sume a la sociedad. En mi opinión no es tampoco que esto o aquello otro sea bazofia (seguramente estaríamos entrando entonces en la misma rueda), es que haya un espacio y un contacto real para diferentes modos de expresar cine, pues el punto para mí sería igualmente pernicioso si uno tuviera poder para ello y cerrara espacio a todo lo que no casara con los gustos propios.
Fui demasiado escueto. Al escribir "bazofia" estaba pensando en los programas que copan, por ejemplo (que yo sepa, siguen copando) la parrilla de un canal como Telecinco, el más visto (si no ahora mismo, hasta hace poco lo era) en España. Si señalo este canal en concreto es porque me parece pertinente, y es que, cuando se creó, emitía cine a diario, más de una película, por cierto, teniendo cabida desde
noirs franceses hasta "clásicos" norteamericanos. Lo mismo podría decirse de Antena 3 (por darle también a Atresmedia). Ya los nuevos generalistas fueron paridos en plena vorágine.
Así que... los que se sientan frente a la pantalla para ver si Fulano le metió realmente mano a Mengana, ¿no lo harían igual para ver una de Verneuil o Fleischer (cito estos nombres porque yo mismo vi por primera vez películas de estos directores en esos canales)? Sí, sí que lo harían. El gusto se condiciona desde el poder. Sólo que hoy, con la excusa de la pluralidad (que en realidad es o de pago o "pirateada"), se inunda de pienso adulterado el principal comedero al que acude la mayoría con tal de picotear algo en sus ratos de ocio, y que es donde se moldean, de verdad, los valores.
Nadie habla, por otra parte, de "cerrar" o prohibir nada. Pero el día que la autocensura sea norma de conducta obligada (bueno, quizá estemos ya ahí), se habrá implantado el peor de los totalitarismos.