Historia de un niño solo (Favio, 1965)
Se supone que es la mejor película del cine argentino de todos los tiempos.
Eso dice Wikipedia, pero la encuesta que cita no tiene mucha validez, porque los organismos nacionales tienden a inflar y mitificar las producciones locales históricas. En términos generales de la crítica especializada, diría que esa apreciación es inexacta. En Argentina se tiene en buena consideración a Favio como director, pero a
Crónica de un niño solo (su verdadero título) se la considera una buena ópera prima, nada más. Se aprecia mucho más en ese sentido a la tercera película de Favio,
El dependiente (1969). De todas maneras, la película tiene, en mi opinión, logros formales y narrativos que significaron una enorme renovación para el cine argentino del momento, todavía apresado en el modelo industrial del cine clásico norteamericano. También representó una ruptura en términos temáticos, ya que retrata una realidad que hasta ese momento solo había sido representada en Argentina con una mirada de clase, condescendiente y tendiente a la romantización. Creo que se la considera importante sobre todo en ese sentido.
Primero que no se entiende la mayor parte de lo que hablan, especialmente los niños. Debería verla con subtítulos o aguzar más el oído (...) Me hizo gracia oír la expresión "barrio de emergencia".
Buena parte del problema podría deberse a la toma de sonido directo (y el sonido en general) ya que la película fue filmada sin presupuesto, en condiciones técnicas muy, muy precarias. No recuerdo el caso puntual de
Crónica de un niño solo ahora, pero de las primera película de Favio no han sobrevivido los negativos, por lo que no es posible hacer una restauración.
Más allá de esto, habría que tomar en cuenta que lo mismo le sucede a cualquier argentino viendo películas españolas o mexicanas, no solo con niños y no solo de 1965: también con películas actuales. Las pronunciaciones, sobre todo las regionales pero no solamente, son difíciles de seguir, especialmente cuando se habla rápido y coloquialmente. Para esta película en particular habría que tomar en consideración, además, que los protagonistas son niños comunes, no actores, que como habitantes de lo que en Argentina se conoce como "villas" —reducción de "villa miseria", asentamientos populares creados por movimientos de migración interna— en 1964 eran generalmente analfabetos e iletrados. A mí, que soy de acá, me cuesta mucho seguir a los habitantes del interior de las provincias cuando hablan rápido (a veces también cuando hablan lento).
En los sesenta, en Argentina se llamaba públicamente "barrios de emergencia" a las villas, como una manera de darles una entidad menos vergonzante para sus habitantes. Era una forma de corrección política, antes de que existiera esa manera de nombrarla.
