Mensaje
por MOLIST » 18 Oct 2020, 22:48
Si se me permite me gustaría defender a Altman que es un cineasta tremendamente irregular, con películas mediocres -incluso lamentables-, sobrevaloradas, pretenciosas (sin que esto suponga un problema especial para mí, de hecho las prefiero así a las banalidades del buena parte del cine actual estadounidense) pero también con un buen puñado de películas excelentes (incluso alguna que otra obra maestra). Su reinterpretación o relectura (táchese la que no proceda) de los géneros fue -en mi opinión- tan estimulante como necesaria aunque no siempre los resultados le acompañaran (no es lo mismo Los vividores que Buffalo Bill), y su peculiar y vitriólica visión de Chandler (sin ser una película redonda, ni exenta de errores, entre ellos usar la obra maestra de la novela negra para hacer una desmitificación del género negro, literario y cinematográfico o pasarse un poco de vueltas con el bueno de Marlowe) es preferible a la servidumbre retro de Dick Richards (en una película por otra parte nada despreciable) y su regreso a principio de los 90 fulgurante. Por otra parte Images fue un fracaso crítico y comercial que no convenció ni a los seguidores más acérrimos de Altman (otras rarezas como El volar es para los pájaros al menos tienen algún que otro fan despistado, entre ellos un servidor). Estas dos películas -como la excelente (al menos para mí aunque debo ser uno el único) Tres mujeres demuestran que a Altman se le podían atragantar las influencias bergmanianas (y del olvidado Makavejev) aunque como a Allen (sustituyendo a Makavejev por Fellini), como al no menos olvidado Paul Mazursky y a tantos otros cineastas.
Esta página está para opinar libremente y me parece muy respetable lo expuesto por mis compañeros pero no puedo evitar, viendo la mediocridad de la mayor parte del cine estadounidense actual, echar de menos un poco a Altman, aunque no sea un fanático de este cineasta como P. T. Anderson, por cierto este sí un cineasta, a veces, un poco sobrevalorado (El hilo invisible, The Master o Pozos de ambición), por mucho que ninguna de ellas sea una película en absoluta despreciable, pero de verdad son las genialidades que la crítica actual no quiere vender.