No creo que Martel tenga ninguna intención de mostrar cosas «profundas». Es decir, no encuentro nada en su cine que pueda dar la idea de una pomposidad, en el sentido que sí puede tener a veces el cine de Malick. Me parece que Martel opta, sí, por una narrativa menos descriptiva, en la que el proceso subjetivo de los personajes no está claramente definido por sus acciones. Su intención, como la de muchos otros cineastas que optan por un estilo similar, no es embaucar a la gente haciéndose la «profunda», sino crear un registro que se acerque más a la realidad. El cine tradicional está basado en una selección arbitraria de acciones mediante la cual todo lo que entra en cuadro debe ser significativo para ilustrar el eje temático central: si alguien mira por una ventana es porque está viendo algo fuera de ella que va ser relevante para la trama de película. En el cine de Martel, si alguien mira por una ventana simplemente mira por la ventana. Lo significativo no es lo que que ve, sino el propio acto de acercarse a una ventana a perder la vista en el paisaje. La idea detrás de esto es que la vida de la gente no está llena de actos que sean significativos por su explicitud, y que muchas de las modificaciones subjetivas que se producen en nosotros son a veces silenciosas, o proceden de acciones que no guardan una relación de causa y efecto lineal con la modificación que producen.el graduado escribió:Bueno, esta señora es de culto, ¿no?; o sea, emite cosas "profundas". Pues va a ser que no; eso de que tras la apariencia de calma hay cosas no calmosas ya lo hemos visto mucho, ¿verdad? Me pareció injustificada totalmente la lentitud de aquello y muy poco interesantes los caracteres, los personajes. Ya sabes que me han gustado mucho películas de tres horas, así que no debes infravalorar mi sentido del aburrimiento que suele ser provocado por lo ya muy sabido, o como en este caso, por lo solemne sin sustento. Por eso dije solemnemente en vez de soberanamente, que es lo usual. Elegí. Por cierto,contra aburrimiento sustancia (que no diversión)
Como pasa con el tradicional, este tipo de cine también puede estar bien o mal hecho. Ser pausado, o dedicarse simplemente a seguir a alguien con una cámara durante diez minutos no garantiza una buena película. Lo que no creo es que haya de parte de sus directores una intención de hacerse los «raros» o los «profundos». En todo caso hay en ellos una búsqueda que a veces funciona y otras no, así como hay espectadores a los que estas propuestas les van, y a otros no.