D.E.P.
De acuerdo en todo lo que dices, Prudencio, salvo en que yo sí que creo que tenía mucha ilusión en ganar el Nobel. Como sugieres los grandes escritores -y él lo fue- están por encima de los premios. Y más de este premio que ha alcanzado un desprestigio en los últimos años del que difícilmente podrá recuperarse. Recomiendo especialmente libros como
El lamento de Portnoy (hilarante),
El teatro de Sabbath (terrible),
Pastoral Americana (una novela perfecta, cualquier parecido con la mediocre adaptación es pura coincidencia),
La vidas de Zuckerman (brillante, quizá demasiado) e incluso -a nivel personal porque es una obra menor- su (primera) biografía ficcional
Los hechos. Y por supuesto huir, como de la peste, de casi todas las adaptaciones cinematográficas de sus novelas. Como curiosidad -para cinéfilos- mantuvo una relación durante años con Claire Bloom que acabó como la más sombría de sus obras (el citado teatro de Sabbath).