Ludovico Massa, conocido como Lulù (Gian Maria Volonté), es un trabajador de 31 años con dos familias que mantener (una compuesta por su ex mujer y su hijo, la otra por su nueva pareja y su hijo) y con ya 15 años de trabajo en la fábrica B.A.N., dos intoxicaciones de pintura y una úlcera. Milanista, adicto al trabajo y partidario del trabajo a destajo, gracias al cual, trabajando a ritmos infernales, logra ganar lo suficiente para poder pagar el automóvil y otros bienes de consumo, Lulù es amado por los jefes, que lo utilizan como modelo para establecer el ritmos óptimos de producción, y odiado por sus compañeros de trabajo, que confunden su diligencia con servilismo.
Esta banda sonora supuso otro éxito para el maestro Ennio Morricone. El título principal, "La Classe Operaia Va In Paradiso", es una marcha entrecortada inusual que incorpora efectos de sonido extraños (graznidos de pato, disparos altamente procesados que a menudo se transforman en un efecto de aleteo) contra una línea de trompeta vagamente cómica y trampas rapeadas, que se convierte en algo robusto y rítmico a medida que avanza. La naturaleza repetitiva del tema comenta claramente el lugar de Lulù como un engranaje en una máquina industrial altamente mecanizada, mientras que las frases de violín muy clásicas que aparecen de vez en cuando ofrecen un contrapunto lírico a la idea, romantizando la libertad del sistema capitalista por la que luchan los sindicalistas.