por david lean » Jue Feb 07, 2008 7:07 pm
Los cineastas de la nouvelle vague, con Godard y Truffaut a la cabeza, son los que hacen leer más libros a sus actores y actrices. Leen continuamente, en el café, en el coche, en el metro, en la cama, sobre todo. ¿No recordáis planos en los que se ve a una pareja leyendo en la cama cada uno un tocho bien gordo, fotografiados de modo que el título sea bien visible, como si fuera una declaración de intenciones? Woody Allen tomó buena nota, y hace lo mismo casi desde el comienzo de su filmografía.
Una cosa es que los personajes lean y otra que las películas estén trufadas de referencias a la literatura. Un buen ejemplo lo tenemos, como menciona Lynch, en Banda aparte. Los tres protagonistas asisten a una clase de inglés, donde una profesora lee en voz alta (en francés, por cierto, para que lo traduzcan: qué método más poco pedagógico) un pasaje de Romeo y Julieta (curiosamente, la de la muerte de los protagonistas, si no recuerdo mal, anunciando el final trágico de la película) Pues bien, la voz en off de la profesora se superpone sobre los rostros de Anna Karina y de Claude Brasseur, que se espían primero y se miran francamente luego. Es lo que se llama todo un flechazo y un buen uso de las citas literarias en el cine, añadiría yo.
Hay muchos más ejemplos, bien distintos, con citas literales ocupando toda la pantalla. Cosas de Godard.