Barbara.-.Ma.plus.histoire.d'amour....c'est.vous.(avec.L'aigle.noir,.Vol.de.nuit,...Webkafi-Team.rar [92.28 Mb]
Quería postear un disco, pero al no encontrarlo he tenido que conformarme con un recopilatorio, que no obstante es una buena introducción a una de las cantantes, compositoras y pianistas francesas -de ascendencia rusa- esenciales del siglo XX: Monique Serf (de sobrenombre Barbara, 1930-1997), por desgracia poco o nada conocida fuera del mundo francófono (en España, que no ignora a Brel, Piaf y Gainsbourg, no ha tenido casi ninguna difusión)
Una de sus canciones, traducida por mí al castellano (con un resultado que no hace justicia al original, pero ya se sabe, las traducciones...):
El sol negro (Le soleil noir)
Para nunca jamás
hablaros ya de la lluvia
nunca ya del cielo pesado
nunca de las mañanas grises
he salido de las brumas
y me fui huyendo
bajo cielos más ligeros
países de paraísos
Oh, cuánto me hubiese gustado
traeros esta noche
mares furiosos
músicas bárbaras
cantos felices, risas
de resonancias extrañas
que les harían el ruido
de un feliz estruendo,
conchas blancas
y piedras saladas
que ruedan bajo las olas
mil veces devueltas,
soles que estallan
soles estallados
cuyo fuego ardería
en eternos estíos
Pero lo he intentado todo
he fingido que me lo creía
y vuelvo de lejos
y mi sol está negro
lo he intentado todo
y, podéis creerme,
vuelvo cansada
y es la desesperación
Ligera, tan ligera
iba con vestido corto
me las apañaba
con el primero de turno
y era el descanso
la hora de la indolencia
aprendí a tocar el banjo
con canciones para guitarra
me entraron temblores en la espalda
olvidé a Mozart,
dichosa, al fin, iba
a poder volver a vosotros
con el ojo lánguido
vago de recuerdos,
y yo era el tornado
y la rabia de vivir,
he amado, he ardido,
recuperé mi retraso
qué hermosa era la vida
y qué loca mi historia...
Pero la tierra se abrió
allá, en alguna parte,
pero la tierra se abrió
y el sol está negro,
hay hombres sepultados
allá en alguna parte,
hay hombres sepultados
y es la desesperación.
He conjurado el destino
he vuelto a buscar el olvido
he rechazado la muerte
he desechado el tedio
y he apretado los puños
para ordenarme creer
que la vida era hermosa ,
fascinante el azar
que me traía aquí,
allá o a otra parte
donde la flor era roja
donde la arena era blanca
donde el ruido del mar
era una canción...
Pero un niño ha muerto
allá, en alguna parte,
pero un niño ha muerto
y el sol está negro,
oigo tocar a duelo
y es la desesperación
No traigo nada,
estoy descuartizada
vuelvo a vosotros esta noche
con el corazón magullado
pues por mirarlos
por escucharlos vivir
he padecido con ellos
con ellos iba ebria,
no traigo nada
vuelvo solitaria
del fin de ese viaje
más allá de las fronteras
¿habrá acaso algún lugar en esta tierra
donde nada se desgarre?
Y ¿qué habrá que hacer, pues?
¿Podéis acaso decírmelo?
Si hace falta ir más lejos,
para borrar vuestras lágrimas,
y si pudiese yo sola
hacer que callen las armas
juro que mañana
emprendo de nuevo el viaje
para que cesen para siempre
todas estos desgarramientos
No me importa intentarlo
y no me importa creérmelo
pero estoy cansada
y el sol está negro,
perdón por decíroslo,
pero es que esta noche vuelvo
con el corazón magullado
y es la desesperación
con el corazón magullado
y es la desesperación.
"Una canción son tres notas; no, sólo dos; no, una sola nota basta, si es la más pura de todas" (Monique Serf-Barbara)