Vaaaale.
Es demasiada la tentación de no presentar a mis gatas. Seda es la persa gris. Ni mucho menos tiene la cara de mala leche que pone aquí. Y, aunque tampoco aquí lo parezca es mucho más pequeña que Maia, 6 kilos de gato que, cuando aterriza encima, hace un perfecto placaje y me deja inmovilizada.
Las fotos están tomadas con una reflex manual de hace mil años a la que tengo gran aprecio, creo que el carrete era de cuatrocientos. No son buenas, como veis están sobre expuestas, entre otros fallos.